Los carteles publicitarios elaborados en siglo pasado en estilo vintage o retro cuentan en la actualidad con numerosos fans y son, a la vez, un foco importante de inspiración para artistas y diseñadores gráficos.
La historia de los carteles publicitarios nos regala composiciones artísticas que hablan de las modas del momento, así como de las tipografías, aplicaciones cromáticas, valores y metáforas escogidas a lo largo de determinadas épocas.
El arte publicitario vintage aplicado a las bebidas
Los anuncios gráficos de bebidas de la década de los 40, 50, 60 y 70 constituyen una colección especialmente creativa, original y divertida, en parte por el objeto que quieren vender.
Grandes marcas de refrescos, zumos, leche, café, chocolate, licores, cervezas, vinos u otras bebidas con alcohol promocionaron sus productos con carteles publicitarios que se convirtieron en obras emblemáticas para los seguidores del estilo retro.
Las ilustraciones de los afiches publicitarios aportan mucha información de interés cultural e histórico a quienes se detienen a observarlas, y resultan muy divertidas por su estética ya pasada de moda. Por ejemplo, puede observarse el rol que ocupaba la mujer en muchos anuncios gráficos de marcas como La Casera.
La mujer también aparece en la publicidad antigua como alegoría de distinción, elegancia, sensualidad y belleza, sobre todo en anuncios de bebidas alcohólicas como la absenta, el Martini, el vino o el champán.
Otras marcas recurren a la infancia en sus anuncios de chocolates o refrescos, con el fin de trasmitir ilusión y alegría por los productos que se promocionan. Los animales también suelen estar presentes, sobre todo en la publicidad referente a algunas marcas de café o anís.
La publicidad también nos habla en numerosas ocasiones del contexto histórico en que están hechos los anuncios, en parte gracias a la estética y a los mensajes que se utilizan en los mismos¡
En la propaganda de la época, los anunciantes promocionan los nuevos formatos de su bebida publicando mensajes curiosos, divertidos y directos. Este es el caso de Fanta, con el lanzamiento de su botella familiar; y también el de Mahou, cuando en 1969 presenta por primera vez su legendaria Cinco Estrellas que vendría para quedarse.